Prevaleciendo por encima de nuestros intereses
La defensa de la no alteración de las leyes naturales y la de los derechos humanos siempre debe estar por encima de nuestros intereses. Muchos de estas tecnologías han sido prohibidas y otras ni siquiera vieron la luz. A continuación te presentaremos algunas tecnologías prohibidas que ya no se verán nunca.
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Tecnologías prohibidas que no verás más
Mantener el clima como está
Quien ha generado el Calentamiento Global en la Tierra es el propio ser humano, aunque hay pruebas que indican otras razones. En este sentido, investigadores de la Universidad de Harvard se les ocurrió una idea alocada que para solucionar este problema: esparcir en la estratosfera gotas de ácido sulfúrico.
La idea fue inmediatamente desechada debido a los altos riesgo que esto implicaba los posibles efectos colaterales que pudieran generarse.
La solución de los BlackBerry
Fue uno de los smartphone más deseado por las personas, sobre todo en países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Indonesia e India. Sin embargo, debido a que se podían cifrar los mensajes y en pro de la privacidad de las personas fue prohibido su uso.
Iphone sin “porno”
El famoso Steve Jobs lanzó una frase célebre: “Quien quiera porno, que vaya a Android”, y así lo han cumplido. De hecho, quiso que App Store estuviera libre de sexo y de cualquier otro contenido que dañaran a sus clientes. En este sentido, el gigante Cupertino decidió prohibir las aplicaciones de sexo.
Google Street View
Qué hubiera pasado si la herramienta Street View de Google con la que podríamos trasladarnos en primera persona a cualquier sitio del planeta. Sin embargo, las autoridades consideraron que la información que registra podría resultar un peligro a la seguridad nacional.
Punteros láser prohibidos en España
Los punteros láser usados en estadios de fútbol y eventos multitudinarios han provocado situaciones desagradables. En este sentido, en España decidieron aplicar medidas drásticas debido al riesgo de peligro para las personas.
Algunos inescrupulosos se dedicaban a apuntar a las ventanas de las aeronaves que se encontraban en maniobras, generando aterrizajes forzados. En este sentido, se aprobó la Ley 21/2003 en España que impide el uso de estos dispositivos.
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